Yo aquí sostengo un espejo y creo que sos vos. Pero no lo creo, te escribo porque no sabes leer. Si supieras no te escribiría o te escribiría cosas importantes.
jueves, 28 de junio de 2012
Yo no nací sin causa.
jueves, 14 de junio de 2012
Ciudad
viernes, 30 de marzo de 2012
Yo no sé si llegó por una razón, por una estación o para toda la vida. Lo que sí sé es que está aquí para cambiarme el rumbo, para dejarme crecer y hacerme entender que lo vivido, experimentado y sufrido, hoy me ha dado la oportunidad de reconocer y valorar lo que en este momento está en mis manos. Y lo que hoy puedo decir está en mis manos, no es más que la posibilidad de aprender del camino y de cada persona que se acerca a mi vida. Y es que es inútil continuar dándole vueltas a lo que me espera, continuar culpándome por decisiones ajenas, seguir recordando que en algún momento fui la victima o aceptar circunstancias dañinas por miedo a una inexistente soledad absoluta. Prefiero y así lo elegiré en cada momento, tomar las cosas como una serie de pistas que trazan una línea, una que no puedo, ni quiero adivinar. Hoy no tengo claro el proyecto, pero sé que mi espíritu va creciendo, mutando y aceptando que de lo único que se puede estar seguro, es de que todo cambia, que todo se acomoda y de que ese saber, más allá de las circunstancias, me hace sentir absolutamente poderosa.
jueves, 2 de febrero de 2012
Capítulo I
Es increíblemente irónico como a veces la vida –aparentemente- más acomodada es tan mala consejera. Y es que ahora en medio de tiliches que guardan más polvo que recuerdos, particularmente lo noto. Yo, amiga del lysol, amante fiel del febreze, dueña de muy pocas certezas y de ningún techo que al día de hoy pueda decir es mío, vengo a encontrarme, en contra de todas las enseñanzas, en medio del caos, con una sonrisa tontona. Una que delata que por más miedos que se adquieran con la edad, siempre disfrutaré de los nuevos planes, como hiciera en su momento y como estoy segura haré muchas veces más.
Continuará…