Soy voluble, complicada y honesta, pero me niego a ser mala persona. Sé sentir, sé querer, sé entregarme, pero no me voy a despedir de nadie. Después de miles de mudanzas, despídete de Acapulco, despídete del DF, despídete de Acapulco otra vez, de Cancún, de Ensenada, esta vez de Tijuana y después de miles de adioses, he optado por no despedirme de nada ni de nadie, no crean que soy cobarde, no sé como hacerlo, si lo intento voy a llorar y nadie quiere ver eso, así que la cosa funciona así. Entre más te quiero, menos me despido.
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