El 31 de diciembre del 2014 lo pasé en un avión con el único fin de no estar sola en el D.F. en año nuevo. Queriendo olvidar todo y queriendo sobretodo creer que ese avión era un presagio de que ese 2015 estaría lleno de viajes y nuevas aventuras. Y hace unos meses que ese día llegó con eso y mucho más.
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