jueves, 14 de marzo de 2013

Seres sorprendentemente aterrizados.



Deben ser sorprendentes las personas que estudiaron carreras relativas a la astronomía. Me las imagino sabias, prudentes y consientes de lo pequeños que son ante su entorno.
Magnánimos nunca, pues como podrían girar solo sobre el eje de su propia vida, como lo hacemos tantos, sabiéndose tan materia, tan susceptibles, tan... quiero suponer ajenos de los elementos culturales construidos alrededor de ese instante previo a la muerte. Tan simplemente humanos. 
Deben ser maravillosos, siempre mirando al espacio, pero con el alma y los pies tan puestos sobre la tierra. 

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