Hay situaciones, sentimientos, y detalles que no se pueden traducir en palabras, son inefables y me declaro débil ante ellos.
Los detalles son tan humanos, son los que te marcan y se mueren con un yo también o con un gracias, se agradecen con la mirada, se agradecen con el cuerpo, con una sonrisa, con una expresión que le pide a esa persona que se quede sin tú tener que pronunciar una palabra, y es que no se esperan y de repente, así nada más, te desdibujan hasta el alma.
A lo largo de nuestra vida vamos adquiriendo un archivo de aquello que aprieta nuestros botones, de lo que despierta el instinto que pasamos tanto tiempo tratando de dominar, y esta vez, si soy sincera, tengo miedo de otra vez perder el control de mis sentimientos y desbocarme sin pensar.
Anyway, hacíendolo personal, hoy te tengo que decir que tienes la habilidad de crear constantemente momentos así, y como lo pronostiqué, cada quien tiene lo que se merece y yo encontré en esos detalles lo que tanto esperé.
Todo lo haces muy bien, pensé que nunca el miedo iba a desaparecer, que nunca más iba a volver a creer, pero cada detalle y cada gesto hacen que entienda que nunca es el final, que todo vuelve a llegar y de manera exponencial.
Detalles, cosas simples tan fáciles de hacer que tienen el poder del rumbo cambiar, que hacen volver a reconsiderar, a mí me advirtieron que personas como tú en mi vida nunca iban a llegar, hoy esos comentarios me dan risa, hasta me causan tranquilidad.
Antetodo esto que me das, respondo sin fallar, a lo mejor es temporal, no lo sé, como tú dices soy voluble demás, lo que sí sé es que por el momento estoy feliz porque por dentro me haces sentir especial.
Todo suena a cliché, lo sé, pero no soy tan fría ya lo ves y esta es la única manera que encontré para decirte que valoro mucho que lo único que me pidas a cambio es mi felicidad.