Nunca había hablado, mucho
menos escrito sobre lo que es vivir siendo obsesivo compulsivo, porque creía
que al hacerlo le estaría dando una invitación permanente en mi vida. Sin
embargo es inevitable aceptar que aunque lucho por evadirlo día a día es parte
de mí.
Dicen que el responsable
es un neurotransmisor denominado serotonina el cual es el mismo que se segrega
cuando estás enamorado. La psicóloga (a la que he ido solo una vez en la vida)
comenta que no es casualidad que haya empeorado en los últimos años. Cursi o
no, no es fácil de sobrellevar la angustia y ansiedad que esto conlleva, es
cansado y da pie a que te vean como una loca llena de rituales sin autocontrol.
El TOC es un desorden de
ansiedad, ¿y qué es la ansiedad? Es tener angustia y miedo ante una serie de
cosas que hoy no enumeraré.
Vivir con ansiedad es como
tener a un amigo incomodo en tu mente al que sin pensarlo correrías a gritos,
pero las cosas no son tan sencillas y menos cuando se tratan de temas de la
mente.
Tener ansiedad (dicen) es
resultado de exceso de futuro, lo que juega un papel súper importante en como respondes ante las incertidumbres. Y como yo siempre intento
justificar todo lo que no me cae del todo bien, a veces veo a la ansiedad como
esa vocecita amiga que me dice “esto que estás haciendo no es lo que quieres”, “eso
que aceptaste de terceros en realidad no es lo que buscas”, “seguir por ese
camino no te va llevar a nada bueno”, “no seas amiga de aquella”, “sé
vulnerable”, “grita lo que necesitas”, “pide perdón”, “dile que aún te duele”, “se
vulnerable”. Y sí, qué flojera, qué cansado, pero es parte del paquete y como
todo en la vida al final será un reto más por superar.