lunes, 29 de junio de 2015

Hoy voy a empezar a construir 
la casa donde estaré .. 
para toda la vida. 

Voy a recorrer esta ciudad, 
voy a llegar hasta el mar .. 
el mar me cura la herida. 

Y voy a saltar, 
voy a nadar hasta otro lugar .. 
para toda la vida. 

Veo la pared donde colgué 
las fotos que acumulé .. 
durante toda la vida. 

No reconozco a nadie y sin embargo, 
cuando pienso que eran rostros que ayer 
eran toda mi vida .. 

Sé que ya no estoy 
y que no quiero mirar la pared .. 
nunca más en la vida. 

Hoy voy a empezar a construir 
la casa donde estaré .. 
para toda la vida. 

https://www.youtube.com/watch?v=MoXmhtYclXA

viernes, 19 de junio de 2015

No me digas nena

No me digas que soy bonita. No me interesa que te guste mi apariencia. Soy más que mi apariencia. Lo que vale de mí está adentro. Es complejo, rebuscado, confuso y en muchas ocasiones contradictorio.
La llama que enciende mis pasiones tiene sed. Sed de conversaciones intensas, pláticas interesantes, discusiones calurosas y cuestionamientos que me hagan pensar, ahondar más en los misterios de este mundo tan absurdo y esta vida tan valiosa y a la vez tan efímera.
No me invites una copa. Invítame a conocer mundos nuevos, a explorar nuevos horizontes. Invítame a descubrir de lo que somos capaces. Invítame a soñar. No me agarres la cintura. Toma mi mano. Apriétala. Hazme sentir viva. Recuérdame que las manos de los seres humanos son como piezas de un rompecabezas, que embonan, que están hechas para sostenerse unidas.
No me beses con lujuria. Bésame con pasión, con respeto, con entrega. No olvides el sabor de mi boca. Recuerda que con esa lengua pronuncio las palabras para expresar lo que pienso y lo que siento. Que con esa boca defiendo al desvalido y grito a todo pulmón, para que el mundo escuche mi voz, junto con las voces de mis hermanos y mis hermanas, y sepa que queremos un mundo justo, un mundo compasivo, un mundo unido.
No tomes mi corazón como tu posesión. No es tuyo. Nunca lo será. Siéntete afortunado de que lo comparta contigo. Mi posesión más valiosa, mi vitalidad, está en tus manos. Cuídala, porque no te pertenece. No intentes conquistarme. Jamás seré propiedad tuya, ni de nadie más. Han habido muchos antes de ti y todos han intentado colonizarme. Déjame ser libre, mía, pero compartida.
Cuando llore, no me tengas lástima, no seas condescendiente. No me digas qué hacer, ni que todo estará mejor. Ya sé que todo pasa. No quieras pensar por mí, ni sentir por mí. Cuando llore, abrázame. Acaríciame. Recuérdame que no estoy sola. Que tú también lloras. Que está bien llorar.
Cuando me equivoque, no me humilles. Recuérdame que soy más que mis errores. Que no soy blanco o negro, que tengo en mí cientos de matices al igual que tú. No me digas que soy perfecta. No me subas a un pedestal porque me voy a caer. No me encierres en una jaula de oro. Veme por lo que soy. No lo que crees que soy o lo que quieres que sea.
Por último, ámame. Ámame como soy. Con mis miedos y mis pasiones. Con mi luz y mi oscuridad . Con mis días alegres y mis días de dolor, tristeza y amargura. Cree en mí. En mi capacidad de amarte. Siempre. Y nunca olvides que juntos seremos invencibles.


 by Aleinad

Ella es, por eso estoy


Amo ese péndulo entre la mujer huracán que escandaliza portales
y la que se sonroja si le dices que es más bonita que la noche.
Su trazado en semicírculo marca el ritmo de mis deseos como versos,
mis erecciones a deshora, y niega el breve tiempo de los mortales.

Ella no sabe que brilla más que cualquier estrella de neón o gelatina,
que sus gemidos amenazan mi timón como un orfeón de sirenas,
que por verla feliz me marcharía, y para hacerla feliz, permanezco.
Que celebro su existencia como la de la luna, cuando la luna me mira.

Guarda en su cuello el secreto de las noches que se doblan como espigas,
en los pechos, las joyas  gemelas de la corona de la más plebeya dinastía,
tiene talle de princesa, bebe como un marino ruso, y ama como la  vida.

Ella va a incendiar su mundo, sin querer, un martes a mediodía,
porque está hecha de un fuego que la asusta y la encandila.
Y yo estaré cerca, para encenderle con besos las cerillas.

A veces siento
la sucia tentación de enjaular sus maravillas.
Pero aunque pudiera ,
no lo haría:
ella es libre, feliz,
y un poco mía.


Ella sólo le tiene miedo al miedo, y hasta el miedo la amaría.

Carlos Salem
La única frontera que dejo ser en mi vida... Tijuana.