lunes, 31 de octubre de 2016

...Anoche sentía como si muchas alas me acariciaran toda, como si en la yema de tus dedos hubiera bocas que me besaran la piel.
Los átomos de mi cuerpo son los tuyos y vibran juntos para querernos. Quiero vivir y ser fuerte para amarte con toda la ternura que tú mereces, para entregarte todo lo que de bueno haya en mí, y que sientas que no estás solo. Cerca o lejos, quiero que te sientas acompañado de mí, que vivas intensamente conmigo, pero sin que mi amor te estorbe para nada en tu trabajo ni en tus planes, que forme yo parte tan íntima en tu vida, que yo sea tú mismo, que si te cuido, nunca será exigiéndote nada, sino dejándote vivir libre, porque en todas tus acciones estará mi aprobación completa. Te quiero como eres, me enamora tu voz, todo lo que dices, lo que haces, lo que proyectas. Siento que te quise siempre, desde que naciste, y antes, cuando te concibieron. Y a veces siento que me naciste a mí. Quisiera que todas las cosas y las gentes te cuidaran y te amaran y estuvieran orgullosas, como yo, de tenerte. Eres tan fino y tan bueno que no mereces que te hiera la vida.
Te escribiría horas y horas, aprenderé historias para contarte, inventaré palabras nuevas para decirte en todas que te quiero como a nadie.
29 de agosto (1946)                                                                                                        Nuestra primera tarde solos. 


domingo, 23 de octubre de 2016

Contradicciones de domingo.

Al no intentarlo yo no sé si él es el amor de mi vida, lo que sí sé es que yo soy la mujer de la suya. 

miércoles, 5 de octubre de 2016

Que mi trabajo me salva, que tengo una vida social enorme, miles de sitios por visitar este mes y muchas experiencias que vivir. Que sigo sin entender por qué no estás aquí, pero ya ni me lo pregunto por hartazgo. Que pido los deseos con los ojos abiertos para no perderte de vista mientras espero el remedio milagroso para dejarte ir. Que busco las 11:11 y pierdo el alma cada vez que el deseo no se cumple. Que me como el mundo con un vino al lado, que sé que puedo con todo y un poquito más. Que cada día que pasa le coso más plumas a mis alas y tengo duendes que me traen sacos llenos de mensajes del porque lo he hecho bien. Que no te necesito aunque deje siempre un hueco para ti. Que no te pido que vuelvas porque ya te enseñé el camino de salida. Que mi boca ya no te echa de menos, que los sueños ya no son contigo, que mis noches no te buscan a ti.

Pero en la hora de la tarde, a la hora de llegar a casa, a esa casa sin ti, es otra cosa.

martes, 4 de octubre de 2016