domingo, 12 de agosto de 2007

Los secretos del tiempo que se vuelve espacio

Ni Freud ni Jung me han logrado disuadir de que el azar, lo inexplicable y lo sobrenatural, juegan un papel decisivo en la vida de cualquiera. Me espanta constatar que no es tiempo de abandonar por completo la ciudad culpable, que no he cerrado ciclos.
Cuantas cosas quedaron prendidas...

No hay comentarios: