No se escuchan mis pasos.

Hoy caminé por el centro aproximadamente dos horas, todo sucedió lento y en calma, fui de aquí para allá recordando y viendo a las personas, unas permanecían ahí, en silencio poniendo cara de nada como si hicieran cola para cruzar la línea, otras caminaban de forma apurada y otras estaban vestidas sabe Dios con qué criterio. Hasta ahí la ceremonia ya venía muy rara, pero en seguida vino lo mejor. Descubrí que nutrían mis pensamientos.